... Pesca submarina  

La pesca submarina en el País Vasco

La práctica de la pesca submarina en nuestras costas tiene algunas particularidades, derivadas de las condiciones oceanográficas del Mar Cantábrico. Descúbrelas en este artículo, publicado originalmente en el programa del XL campeonato de España de Pesca Submarina, organizado por el club Subacuáticas Real Sociedad de nuestra federación.

Para practicar la pesca submarina en el País Vasco es necesario tener una clara noción de los condicionantes geográficos y climáticos que afectan a nuestra costa.

La elección de una u otra técnica de pesca, vendrá de analizar la situación de la marea, el estado del mar, la visibilidad del agua y el viento, as! como la orografía de la costa, las características del fondo y de la fauna, o el momento del año en que nos encontremos.

Antes de entrar en detalles sobre la pesca submarina en nuestra costa, conviene tener en cuenta las particulares características de esta parte del Cantábrico para entender mejor las técnicas que aplican nuestros pescadores en la práctica de su deporte.

En primer lugar, los numerosos ríos de nuestro litoral, favorecidos por la alta pluviometría, vierten al mar grandes cantidades de barro Y materia orgánica. Esta circunstancia, unida a los frecuentes temporales, hace que por lo general las aguas sean más bien turbias y rara vez se superen los 10 metros de visibilidad, que a menudo se reduce a 2-4 metros. Quizá por ello encontremos la mayor riqueza y variedad de peces entre los 0 y los 15 metros, ya que a más profundidad empiezan a escasear las algas, hábitat de multitud de animales básicos en la cadena alimentaría. Otro factor capital son las mareas, sobre todo por su amplitud, que llega a los 4 metros y medio en época de mareas vivas.

En general, podemos decir que los mejores momentos para practicar la pesca submarina son las horas de pleamar, considerando como tales las 2 horas anteriores y las dos posteriores al momento de máxima altura del mar (dos veces al día). Entre los peces que aprovechan la pleamar para acercarse a la costa sobresale la muxarra o sargo (Diplodus sargus). Es posible verlos mientras se alimentan de lapas, mejillones y erizos, si bien es difícil sorprenderlos, sobre todo si el agua está clara, ya que a la mínima señal de alarma desaparecen. Su captura es más fácil localizando las piedras o cuevas donde a veces se esconden (que son los sitios donde más rompe la ola, arriesgándonos a un buen revolcón).

Diplodus sargus, Muxarra, Sargo, Mojarra

Puntazzo puntazzo, Picuda, sargo picudo

Diplodus trifasciatus, Akerra, sargo real

Sparus auratus, Dorada

En los meses de primavera y vera suelen acercarse a la costa bandadas picudas, (Sargo picudo, Puntazzo puntazzo). Es "a la espera" como tendremos más posibilidades de capturar algún ejemplar, que suelen alcanzar e frecuencia un tamaño considerable (más de 1,5 kg). También en las aguas someras -sobre todo entre la espuma podemos encontrar sabias (Salpa salpa) y corcones o lisas (Mugil labrosus) que pondrán a prueba nuestros reflejos. Es frecuente encontrar también éstos últimos en grandes bandadas comiendo materia flotante en la superficie y brindándonos una buena oportunidad para coger varios ejemplares.

Mugil sp, Korkon, Mujol, Lisa

Dicentrarchus labrax, Lubina, Róbalo

Mención aparte merece la lubina (Dicentrarchus labrax), verdadera "pieza reina" en nuestras aguas. Son relativamente frecuentes ejemplares de hasta 6 kilos, habiéndose llegado a capturar no hace mucho piezas de hasta 11 kilos. Es necesario que la mar se mueva para que este hermoso depredador se deje ver. La "espera" para ejemplares de hasta 2 kilos será la mejor elección; los más grandes habrá que buscarlos en las cuevas formadas por la caída de piedra en los acantilados (a ser posible grandes, oscuras y con varias entradas). No andarán muy lejos de las concentraciones de anchoas, txitxarros (jureles) y demás crías de peces pelágicos, dispuestas a abalanzarse sobre ellos al menor descuido.

         

Labrus berglyta en dos libreas: Pinto y Durdo o Maragota

Otra de las especies más populares de nuestra costa es el durdo o maragota (Labrus bergylta). Es curiosa la diferencia de formas y colores que llega a adquirir dependiendo de la zona y del tipo de alga, variando desde el amarillo verdoso hasta el marrón oscuro y pasando por las motas blancas y rojas del pinto. Por lo general, lo encontraremos en la rompiente, en grietas y agujeros, y si nos alejamos de la costa, en las praderas de algas. Dependiendo de la claridad del agua, se pueden combinar "planeos" y "esperas" para localizarlos, siendo ésta una pesca muy física y en la que se alcanzan las mayores cotas de profundidad.

Las especies antes descritas son las más comunes y las que más se capturan tanto por libre como en competición. No obstante también es posible encontrar doradas (Sparus aurata), akerras (Diplodus trifasciatus), congrios (Conger conger), etc. Son también presas interesantes la servía (Seriola dumerili) y el pez ballesta (Balistes carolinensis). La primera tiene el aliciente de su tamaño, pudiendo superar los diez kilos. En cuanto a los ballestas, también aparecen en verano, formando bancos de numerosos ejemplares

Como conclusión diremos que las condiciones de nuestra aguas no requieren bajar mucho, si bien es de vital importancia habituarse a pescar en agua turbia y movida, y conocer los hábitos de las diferentes especies, dependiendo de la marea.

Si conseguimos que no nos desanimen los 3 o 4 meses de veda que imponen los temporales de invierno, podemos decir que con un poco de afición es posible disfrutar plenamente en el País Vasco de uno de los deportes que mejor saben integrar al hombre con la naturaleza.

 

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